Para qué se abraza . Thamara Vaccarono
Para qué se abraza... para cobijar, para dar afecto, para calmar, para consolar, para dar la bienvenida, para despedir...para decir más, de los que las palabras dicen ..
El abrazo, es uno de los gestos más significativos, produce bellas sensaciones físicas y emocionales y el alma, en un abrazo, abandona los límites del cuerpo y hace común unión con otra alma.
Hace 10 años, el río, en lugar de abrazarnos, nos chocó...arrasó con parte de la vida que conocíamos y nos dejó embarrados. A la distancia del tiempo, uno puede entender, tal vez, que eso, nos daba la oportunidad de reconstruirnos, desde el barro...vasijas rotas, barro, cántaros nuevos...
Quedará flotando la pregunta y cada uno, le dará forma a la respuesta...
¿Lo hicimos?
Y la pregunta es en plural, porque el río, es de todos, el río en esta ciudad somos todos...y es seguro que, individualmente, muchos se hicieron de nuevo desde el barro, pero era importante que también lo hiciéramos todos, entre todos, porque antes de hacer un cántaro nuevo, de darle forma, uno piensa, siente y presiente, con qué va a desear llenarlo, llenarse y esta ciudad, la gente de esta ciudad, los amantes, los visitantes, los vecinos, los admiradores, los habitantes del río, de qué quieren llenarse
.. Y ahí, vuelve la necesidad de abrazo, de abrazar la idea de lo que queremos ser, para empezar desde el barro a construirlo...
10 años han pasado... sirve mirar para atrás, solo si nos hace mirar mejor, hacia adelante, pero, sobre todo, si nos hace VER el presente, como un tiempo perfecto para abrazar.
El río, nos necesita tanto como nosotros a él y cuando eso sucede entre dos seres humanos, el abrazo, es el gesto sublime que calma la necesidad y la transforma en acción, en movimiento. Estamos a tiempo de abrazar el río, de reconocerlo como parte esencial del todo, como un hilo conductor que nos atraviesa. Como la música que no deja de cantarnos... como el murmullo de todas las generaciones que por aquí pasaron... como el lecho donde duermen tantos recuerdos...como fuente de vida... como posibilidad de encuentro, sin orillas...como recurso de amparo... como regalo de libertad...
Estamos a tiempo de abrazar el río, porque abrazarlo, es abrazar la ciudad que amamos y abrazarnos entre nosotros.
Estamos a tiempo de abrazar el río porque el presente, no se acaba, siempre está presente...
Estamos a tiempo de abrazar el río y de hacer que lo simbólico, se vuelva decisión y así, abrazar la decisión, de cuidar y respetar al río, que nos da, no sólo y nada menos que agua, sino que nos da identidad...somos afluentes, somos brazos, fluimos con la vida y la vida nos recorre, como el río.
Thamara Vaccarono



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